sábado, 7 de julio de 2012

“Todo el mundo ha tenido alguna vez un jefe tóxico”



Tres cuartos de hora. Es lo que tarda Bernardo Stamateas en probar su plato de fideuá, que pide porque le han dicho que es “típico español”. Ha dejado pasar los aperitivos de aceitunas y almendras y aprovecha ese tiempo para hablar, algo que le gusta “mucho”. El currículo de este argentino de padres griegos es difícil de resumir: psicólogo, sexólogo clínico, teólogo, escritor de más de 40 títulos y pastor evangelista. Todas, profesiones en las que se mantiene activo. Y, además, viaja al menos una vez al mes fuera de su país para dar conferencias “un día en Harvard y al siguiente en un barrio pobre”. “Yo atiendo a todos”, afirma.
Stamateas (1965) visita España para presentar su último libro, Emociones tóxicas (Ediciones B). “No le va a cambiar la vida a nadie, no existe varita mágica, pero puede ayudar”. Para el escritor, la ansiedad, el perfeccionismo, la envidia, el duelo o los celos son sentimientos tóxicos cuando dominan al individuo. Él mismo ha ido al terapeuta (la última vez el año pasado) para tratar su ansiedad. El remedio muy genérico, que explica en 253 páginas, es hablar. “Las palabras tienen mucho poder”, argumenta. “Yo hablo todo el rato, salvo cuando estoy en consulta escuchando”.



Comentario
Todos nos hemos topado con personas toxicas en alguno momento en nuestras vidas, y no una sola persona o una sola vez sino varias, incluso en muchas ocasiones no es facil evitarlas, como por ejemplo en ambientes laborales en los cuales hay jefes tóxicos.
Las personas tóxicas tienen algo interesante, son personas que disfrutan hacer sufrir a los demas, poner en mal a otras personas, para asi reafirmar su existo, hacerse sentir y ver mejores que los demas. Si lo analizamos detenidamente son personas que han podido lograr una tipo de éxito a nivel económico tal vez, pero como individuos y dentro de grupos sociales no necesariamente, puesto que son personas inseguras de si mismas, y neceistan de personas en una escala económica o social un poco mas baja que la de ellos mismos para poder sentirse bien. Muchas veces incluso estos jefes se sienten amenzados por sus empleados ya que pueden llegar a pensar que sus subalternos les podrían quitar su puesto actual, dejándoles sin su situación de poder y poniendo al descubierto su inseguridad y dependencia de los demas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.